Guerra de Globos
Guerra de Globos
Hablemos de nuestro pasado
Hoy día como docentes en el área de ingles somos muy privilegiados. Contamos con varias editoriales que proveen excelentes materiales para la enseñanza y el aprendizaje del idioma ingles, asi como tiendas donde uno puede adquirir toda una amplia gama de libros de lectura de las mejores universidades del mundo. Pero esto no siempre fue así.
Allá por el año 1990 no se contaba con la variedad de recursos que hoy día tenemos y muchas veces los maestros conociendo la idiosincrasia propia de nuestro entorno y la realidad de muchos de nuestros alumnos se daban a la tarea de producir materiales que complementaran los sistemas que eran utilizados por aquel entonces para trabajar específicamente en las áreas donde los alumnos presentaban mayores dificultades.
Muchos maestros se daban a esta tarea de preparar estos materiales con maquinas de escribir, pero para fortuna de todos, allá por el año 1990 comenzaron a surgir las primeras computadoras. Mi padre vio con el surgimiento de las computadoras e impresoras la oportunidad de poner al alcance de los alumnos, libros utilizando los métodos de impresión ahora disponibles en cada hogar. A si surgió "Let's Publications"
El sistema operativo de las computadoras de aquella época, no era Windows, sino D.O.S, las pantallas eran azules con letras blancas y la tipografía y efectos de textos eran muy limitados aun.
Se buscaron los permisos correspondientes de los propietarios y administradores de los derechos de autoría de los clásicos de lecturas y se comenzaron a transcribir esas historias para crear en torno a las misma s ejercicios y explicaciones que suplieran las necesidades del alumnado. Las historias los transportarían con la imaginación a otras épocas y lugares, afianzando con la lectura de cada pagina la compresión de términos y estructuras gramaticales.
Se lanzo una primera tanda compuesta de cuatro series graduada por nivel de complejidad. Las ilustraciones de los libros fueron hechas por un extraordinario artista de la ciudad de San Lorenzo, el Sr. Mosteiro que con su arte dio vida a las historias narradas en cada pagina.
A veces pienso que los jóvenes dan por sentado los privilegios con que cuentan, pero en una época para poner a su disposición los mejores libros, profesores tenían que adquirir estos libros de su bolsillo, buscar los permisos correspondientes para su transcripción, transcribir las historias, invertir horas en ello sin sueldo, idear ejercicios en torno a los personajes e involucrar a artistas, que de igual forma dieron de su tiempo y talentos para la ilustración de los materiales. Todo eso para brindarles a los jóvenes las herramientas que les permitieran alcanzar la excelencia en las metas que se habían propuesto.
Y pensar que ahora 30 años después, con dificultad logro que un alumno copie un texto de dos párrafos, "Es muy largo, profe, mejor le hago un "screen" con mi teléfono" y de la galería del teléfono no tarda en pasar a la papelera de reciclaje.
Estos materiales han quedado en el olvido, como mudos testigos de la obra desinteresada de aquellos que dieron su todo en beneficio de aquellos que pasaron por sus aulas.
Alumno a Control Remoto
Chiquiplupsis
Siempre
me he referido a mis alumnos como a
"mis chiquiplupsis". No
recuerdo como surgió el termino, pero si un niño o joven entraba a
mi salón, en ese momento pasaba a ser un "chiquiplupsis"
Cuando una clase terminaba, acompañaba a mis "chiquiplupsis" a la puerta de acceso para despedirme de ellos y a la par recibir a aquellos que iban llegando. Aquellos que se retiraban escuchaban un "nos vemos mi chiquiplupsis, que lo pases bien" y aquellos que ingresaban recibían un "¡Aloha mi chiquiplupsis!". En esa puerta se cruzaban aquellos que se retiraban con aquellos que llegaban.
Una día, una de mis alumnas estando en el patio de recreo de su escuela, reconoce en la distancia, de entre cientos de otros niños, a una niña con quien tantas veces se había cruzado en la puerta de nuestro instituto. Se dio cuenta de que aquella otra niña no solo asistía a su mismo instituto de ingles sino también a su misma escuela. De repente había un vinculo que las unía.
Así que entusiastamente trato de llamar su atención, ¿pero como llamas la atención de alguien de quien no conoces su nombre?
Y entonces surgió la idea. Con toda la fuerza de sus pulmones la pequeñita grito "Chiquiplupsis......". Al instante la otra niña volteo su cabecita y empezaron a reír. Fue la magia de una palabra que solo ellas dos conocían en ese lugar. A la clase siguiente me entere de todos los detalles de esta historia, cuando estas mismas pequeñitas me contaron del momento que compartieron juntas, fruto de una magnifica y muy original ocurrencia.
Perseverancia y Astucia
Misión
Averiguar la fecha de cumpleaños de la Profe
Grado de dificultad
Catalogado "Imposible"
Tiempo estimado para cumplir la misión:
El tiempo que sea necesario
Las mentes maestras se proponen resolver el acertijo y obtener la respuesta que ha sido buscada por largo tiempo mas nunca ha sido hallada.
Tratar de encontrar la cedula de la profe nunca ha dado frutos, consultar con familiares y amigos tampoco. Tampoco ha dado resultado el preguntar inocentemente por el signo zodiacal de la profe, o por su animal en el calendario chino.
Tantas estrategias se implementaron mas nada nunca dio resultados, hasta que llego el grupo mas tenaz de la historia.
Estrategia:
Preguntar en cada clase, "¿Profe, cuando es tu cumpleaños?" a lo que recibirán evasivas, como por ejemplo: "No me acuerdo, era muy pequeñita cuando nací" y otras respuestas por el estilo. Mas no se rindan, sigan insistiendo. El tiempo pasara, probablemente un año, y después de escuchar la misma pregunta en cada clase, tal vez la profe se canse y les diga la respuesta.
Un año después "Profe, solo dinos el día, no sabremos el mes. Solo queremos saber el día. Parecía una pregunta inocente mas no lo fue. La profe cayo en la trampa, nos dijo el día. Respuesta agendada.
Fase
dos: En cada clase repetir la misma pregunta de siempre
"¿Profe, cual es la fecha de tu cumpleaños?" y como de
costumbre la respuesta será algo como: "lo olvide, fue hace
mucho tiempo cuando nací".
Un año después: "Profe, solo dinos el mes, nunca sabremos que día es". Guala, la profe cayo en la trampa.
Ahora tenemos día y mes.
Misión cumplida tras dos años de averiguaciones.
Esta historia que parece fantasiosa, en realidad dista mucho de la ficción. Cuatro niños idearon este plan que ejecutaron fielmente durante dos años hasta lograr su objetivo.
Moraleja: Nunca duden del poder de la persistencia y nunca subestimen la tenacidad de los Chiquiplupsis
Libros, libros y mas libros ...
Tenia conocimiento de una editorial Sudafricana que tenia toda una linea de materiales didácticos y de lectura para la enseñanza del idioma ingles comenzando desde los niveles iniciales hasta los mas avanzados. Ensimismado por los contenidos y la forma estructurada y sistemática en la que los mismos eran presentados comenzó a contemplar la posibilidad de poder contar con ese tipo de recursos en nuestro país.
Lo que parecía ser un sueño muy pronto se torno realidad con la ayuda del entonces, secretario de la Embajada de Sudáfrica en Paraguay con quien contacto el Director del Zenith English Centre y con su valiosa intermediación y apoyo logístico se pudo traer al Paraguay todo un lote de libros para la enseñanza del idioma ingles.
Mulatita
¿Listo para sufrir?
Esta es una de nuestras "frases celebres" con la que le abrimos la puerta y recibimos a cada niño que entra al edificio para dirigirse a su clase. Creo que la frase surgió con un niño quien vino por primera vez para su clase de Ingles y típicamente mostraba las señales propias de la timidez y del temor. Así que le sonreí y con mucho animo le pregunte: ¿Estas listo para sufrir?, el niño me miro y empezó a reír. El nerviosismo se fue volando por la puerta y de ahí se hizo costumbre, hasta el día de hoy, 25 años después, de seguir preguntando cada día a mis alumnos ¿Estas listo para sufrir?
Sucede que un día, uno de mis niños había llegado temprano para su clase, era un pequeño de tan solo seis años. Al llegar fue corriendo a su aula para esperar a su compañero. El aula se hallaba en el tercer piso y el balcón de su aula daba al estacionamiento, por lo que cuando escucho el sonido del vehículo de su compañero aproximándose, se levanto raudamente de su silla y corrió hacia el balcón
Apenas
tenia la estatura para asomarse por encima de la barandilla.
Poniéndose de puntitas y apoyando el peso de su cuerpo sobre la
barandilla grita a todo pulmón a su compañero quien salía de su
vehículo en la planta baja "¿Estas listo para sufrir?
No ha de sorprender la reacción que esto causo en los transeúntes que circulaban por el lugar. Miradas atónitas se fijaron en aquel niño sonriente quien preguntaba ¿Estas listo para sufrir? aun mas extraño les habrá parecido la reacción del otro niño, quien al escuchar la voz de su compañero, sale corriendo del vehículo para ir al encuentro de su amigo, quien le invitaba a sufrir.
Este pequeño ahora ya es un adolescente y tuve la oportunidad de compartir con el una anécdota familiar. En los últimos años nos hemos interesado mucho en la genealogía y tras mucho investigar hallamos un registro donde se detallaba el escudo de armas junto con el lema de nuestra familia.
Meaning
No reward without
suffering
"No hay recompensa sin sufrimiento" Todo aquello de valor en la vida se obtiene con esfuerzo y sacrificio. Ningún esfuerzo mediocre producirá los frutos propios del sacrificio y la dedicación. Así que mis Chiquiplupsis ha seguir estudiando, o como ustedes ya saben, "a seguir sufriendo"
La Batalla
Esta es la historia de una pequeñita de tan solo diez años de edad. Un ser chiquito pero muy ruidoso. Todos los alumnos se enteraban cuando esta pequeñita ingresaba al instituto. Abruptamente abría la puerta del aula, -sin importar si ya era la hora de su clase o no - daba un brinco en el aire, aterrizando de pie, con ambos pies separados, las manos en la cintura, sonrisa en el rostro y con voz portentosa gritaba "Hello teacher" resonando su voz por todo el instituto.
Venia estudiando con nosotros un año, cuando le comente a sus padres en cuanto a la total convicción que tenia de que ella pudiera sobresalir en el examen internacional para su nivel. Los padres estuvieron de acuerdo y la niña fue inscripta para el examen
Fue entonces cuando se produjo una verdadera lucha interna en mi pequeña valiente. En varias oportunidades se sentó para hablar conmigo y expresar las dudas que sentía de tomar aquel examen por temor al fracaso. En su mente ella estaba segura de que no lo lograría. Sentía una profunda admiración por su padre y no quería defraudarlo, no quería que el se desilusionara de ella.
En muchas oportunidades hablamos de como a veces permitimos que el temor nos paralice hasta el punto de truncar nuestros sueños y crear barreras y limitaciones, producto únicamente del escenario de nuestra mente. Exprese mi confianza en ella y trate de infundirle confianza en si misma.
Mi chiquiplupsis tenia ante ella al terrible dragón del miedo, al que yo le estaba intentando convencer de enfrentar. Mis palabras no parecían hacer diferencia alguna, hasta que recordé una enseñanza de mi padre. El, al hablar de los jóvenes siempre ha dicho: " Los jóvenes no necesitan criticas. Los jóvenes necesitan ejemplos y modelos a seguir". El siempre me ha inculcado: "Si vas a enseñar, hazlo con el ejemplo"
Como docentes necesitamos ser coherentes. Si vamos a enfatizar en nuestras clases la importancia de la educación, de aspirar a la excelencia en los estudios, si vamos a hablarles en términos de como tienen que organizar su horario, como tienen que planificar su día. Si les vamos a hablar de la importancia de hacer planes y de plantearse desafíos, como yo lo estaba haciendo con esta niña. ¡Que mejor forma de hacerlo que con el ejemplo! Como dice el refrán, una imagen vale mas que mil palabras. El ejemplo muchas veces logra lo que las palabras no pueden
Así que le hable a esta niña de un curso que yo deseaba tomar pero que venia postergando justamente por el temor al fracaso, por no contar con el tiempo suficiente para cumplir con la carga horaria del curso y los requerimientos del mismo como ser tareas, exámenes y demás y le propuse a mi chiquiplupsis el siguiente trato: Si yo vencía mis temores y me inscribía a ese curso, entonces ella tendría que vencer sus temores y prepararse para su examen. Acepto el trato, un tanto renuente, mas lo acepto. Sin darme cuenta me había comprometido a mi misma a un desafío, a mi propio dragón que no estaba muy segura de poder enfrentar. Mas cumplí mi promesa y me inscribí al curso.
Durante el mismo, hubo muchos momentos en donde el no poder encontrar el tiempo suficiente para cumplir con todos los compromisos comenzaron a tornarse abrumadores. Recuerdo que una noche al terminar las clases, me despedí de mis niños sintiendo el peso del mundo sobre mis hombres. A medida que nos despedíamos, mis niños me comentaban de como planeaban terminar aquel día y cuando llego mi turno, les dije: "Tengo tantas tareas pendientes que no he enviado aun , que simplemente no se por donde empezar". Mis niñas se sorprendieron de que la profe también estudiara y de que también tuviera tareas que entregar y de ahí se produjo una situación bastante jocosa que se ha quedado grabada en mi memoria. Estas dos niñas con total seriedad me invitaron a sentarme y me dijeron:
"Profe, has acudido junto a las personas indicadas. En cuanto a tareas atrasadas somos las expertas". No recuerdo los consejos que me brindaron pero si ese tierno momento vivido con ellas. Unos meses después, cuando se aproximaban los exámenes finales del colegio, esta misma niña que me había brindado sus mejores consejos comenzó a hablar con sus compañeras en el aula sobre como se sentía abrumada por tantos trabajos prácticos que debía presentar, exámenes para los que se debía preparar, clases de danzas y demás y luego para mi sorpresa dijo: Si la profe puede trabajar todo el día y estudiar por la noche, nosotros también, si ella pudo, nosotros también podemos.
Me sorprendió, nunca pensé que tomarían en cuenta esos detalles.
Pude completar mi curso y terminarlo poco antes de la fecha del examen de aquella primera niña, recibí mi certificado, lo encuadre y lo puse sobre la pared, como recordatorio para mi niña de que así como yo lo había logrado, ella también lo lograría.
Mi niña se presento a su examen y obtuvo una distinción por merito tanto en sus evaluaciones escritas como en su evaluación oral. De ahí se volvió costumbre, cada vez que un niño se preparaba para un examen yo me inscribía de igual forma en un curso pertinente a mi carrera y de a poco se fueron sumando los certificados.
Su padre nunca se entero de la gran batalla interior que se libro dentro de esta niña. Para algunos padres, el certificado es tan solo un pedazo de cartulina, pero para esa niña, ese certificado era su trofeo con el cual recordaba la batalla en donde se enfrento al dragón del miedo y lo venció. Ayudemos a nuestros jóvenes a vencer sus miedos, si no podemos hacerlo con palabras, hagamoslo con el ejemplo.
Sentimos un gran aprecio, respeto y gratitud por Cambridge University quienes nos confirieron el estatus de institución de preparación para ...